La psicomotricidad ocupa un lugar
destacado en la educación infantil, sobre todo en los primeros
años de la infancia, ya que existe una gran interdependencia entre el
desarrollo motor, el afectivo y el intelectual.
El término psicomotricidad se
divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de
desarrollo integral de la persona. La palabra “motriz”
se refiere al movimiento, mientras que “psico” determina
la actividad psíquica en dos fases: la socio-afectivo y la cognitiva.
En los primeros años de vida,
hasta los siete años aproximadamente, la educación del niño es psicomotriz.
Todo, el conocimiento y el aprendizaje, se centra en la acción del niño sobre
el medio, los demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento.
La psicomotricidad, como
estimulación a los movimientos del niño, tiene como objetivo final:
·
Cultivar la capacidad perceptiva a través del
conocimiento de los movimientos y de la respuesta corporal.
·
Hacer que los niños puedan descubrir y expresar sus
capacidades, a través de la acción creativa y la expresión de la emoción.
·
Hacer que el niño adquiera confianza y seguridad en sí
mismo para que pueda realizar diferentes acciones.
·
Crear seguridad al expresarse a través de diversas
formas.
·
Crear una conciencia y un respeto a la presencia y al
espacio de los demás.
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